Del curso Redes sociales: nuevas relaciones con lo político del Museo Memoria y Tolerancia. Elsa RBrondo
"¿Quién pensaría su tiempo hoy y, sobre todo, quién hablaría de él, les pregunto, si en primer lugar no prestara atención a un espacio público, por lo tanto a un presente político transformado a cada instante, en su estructura y su contenido, por la teletecnología de lo que tan confusamente se denomina información o comunicación?" Jacques Derrida

viernes, 16 de septiembre de 2011

Colaboración de Abril Alcaraz

Abril Alcaraz (Literatura dramática y teatro, UNAM) desarrolla tres aspectos del activismo cultural en  redes sociales y medios digitales. Su escritura se resiste a un solo género (ensayo, crónica o artículo) y se despliega sobre materiales que huyen del lugar común.

(El presente texto puede leerse de manera independiente, pero, en realidad, es continuación de un texto anterior que escribí como reacción a la sesión en la que se abordó el tema de los bloggers, en el marco del curso Redes sociales en Internet: Nuevas relaciones con lo político, impartido por Elsa Rodríguez Brondo, entre el 6 de Julio y el 24 de Agosto de 2010 en el Museo Memoria y Tolerancia de la Cd. de México. Dicho texto, titulado Amina y la producción de realidad, puede consultarse en http://epodeenununiversoenespiral.blogspot.com/2011/07/amina-y-la-produccion-de-realidad.html).
I. Fffffuuuu
Rage Guy, mejor conocido como Fffffuuuuu (una cara grotescamente dibujada con una clara expresión de ira y desesperación), apareció por primera vez en el imageboard de habla inglesa 4chan a finales de 2008 y desde entonces se ha propagado por la red de redes. 4chan, como otros foros similares (9gag o Cuánto Cabrón, en español) ha sido usado no solo para la propagación de memes, imágenes y mensajes de humor si no también para llevar a cabo un tipo de activismo humorístico que emplea edición de imágenes, infografías, memes o cualquier otro recurso visual que permita llevar a cabo una crítica caracterizada sobre todo por su fuerte  dosis de humor negro.  Por ello, no es de extrañar que agrupaciones como Anonymous se encuentren estrechamente relacionadas con esta clase de foros.
            Gracias a este peculiar tipo de activismo, ciertos memes empleados para hacer viñetas de humor, han dado el salto del mundo virtual a las pancartas, primero en España, gracias  a los Indignados del movimiento Democracia Real Ya (hoy mejor conocido como el 15 M), luego en otros países de Europa en algunas de las acampadas solidarias y finalmente en Chile, donde se ha hecho presente con motivo de las manifestaciones en pro de la educación pública gratuita. Rage Guy, icono de la indignación y la ira, no es el único que ha dado el salto de los virtual a lo real: también es posible encontrar fotos de pancartas con otros memes del mismo tipo como Challenge accepted (reto aceptado) o Are you fucking kidding me? (me estás embromando?) acompañados de mensajes sarcásticos o antifrásticos parodiando situaciones puntuales.  El meme que reproduce una cómica expresión facial de Yao Ming, el basquetbolista chino, y que significa “Me vale madres”, se usó, a su vez, para representar la actitud de los políticos españoles ante la crisis y el desempleo.
Las redes sociales y los foros de diferentes tipos tienen incidencia en distintos aspectos de la actividad social a la que han modificado significativamente. Entre estos, habría que destacar la toma de decisiones, la organización social, la producción de relevancia  (Trending Topic), la distribución  viral de información, la presión mediática, la generación/producción de información (periodismo ciudadano), el desarrollo de nuevas relaciones de intercambio y de propiedad (Creative Commons) y la masificación de iniciativas individuales. 
            Pero las redes sociales y los foros de Internet (algunos de los cuales cumplen muchas de las funciones de aquellas por ofrecer la posibilidad de crear un perfil y recibir mensajes privados) han cambiado no solo los modos de organización popular sino también su lenguaje. Esto implica un intercambio entre el espacio virtual y el espacio social real (no virtual) que requiere el reconocimiento de la convención, el significado del meme en su lugar de origen, la red. A su vez, la irrupción del meme en el mundo volverá a la red como contenido para foros, imageboards y redes sociales.
Aunque es muy pronto para hablar de las consecuencias de este intercambio, no cabe duda que la red ya no es solo un nuevo espacio qué habitar (como se pronosticaba hace algunos años en un coloquio ofrecido en la Facultad de Arquitectura de la UNAM), sino que, ya habitado, constituye un lugar desde el que se genera un lenguaje propio. De que tal lenguaje puede trasvasarse a este otro ámbito de realidad que empieza a manifestar ya el agotamiento de las antiguas consignas (las de carácter político y reivindicativo, sobre todo), tampoco puede ya dudarse. El reto ahora es ampliar esos intercambios y saber valerse de ellos para incrementar el potencial de la participación pública de los individuos.

II. Asco de vida
Primero fue Asco de vida, una página española que, siguiendo el modelo de la francesa Vie de merde, abrió un espacio en la red para que todo aquel que haya tenido un mal día pueda contar, en clave de humor, la anécdota de aquello que le arruinó un día que podía haber sido perfecto. Después fue Tenía que decirlo, donde los usuarios dicen todo aquello que no se atreven a decir en público a quien no se atreven a confrontar abiertamente. A estas experiencias siguieron Cuanta Razón, Cuánto Cabrón, Visto en Facebook, Vaya Gif y No Tengo Tele, todas del mismo grupo. Cabe señalar que el contenido publicado en estas páginas es moderado por los propios usuarios y que, como condición, se imponen la corrección sintáctica y la ortografía (lo cual, a decir de muchos usuarios, ha tenido como consecuencia una mayor preocupación por la redacción  y la ortografía).
            ADV (Asco de Vida) y TQD (Tenía que Decirlo) comenzaron como una especie de exorcismo para liberarse de malas experiencias, pero con el paso del tiempo, gracias en parte a su sección de comentarios, se han convertido en auténticos espacios de discusión sobre los más variados temas: homosexualidad, religión, familia, política, migración e incluso asuntos tan poco comunes como el sadomasoquismo. Participa gente de todas las edades —púberes, adolescentes, adultos e incluso ancianos—, de múltiples niveles socioeconómicos, con títulos y grados o sin ellos, con trabajo o parados, vírgenes (que se lamentan por serlo) y padres de familia (que despotrican de sus hijos), solteros y casados. La discusión suele ser dispersa y entrecortada, pero refleja la variedad de opiniones y los varios grados de profundidad de pensamiento y dominio de los temas de sus usuarios.
            “Desde que entro a Cuánto Cabrón me he dado cuenta de que soy más tolerante”, se atrevió a decir alguna vez una usuaria. Páginas como ADV o TQD no movilizan masas, pero inciden sobre la vida de sus usuarios de diversas maneras. A partir de una experiencia relatada en TQD , múltiples usuarios adoptaron, sin que la consigna de hacerlo a posta, una misma conducta: saludar por su nombre a las cajeras de supermercado  (la anécdota es la siguiente: al recibir su ticket de compra en un supermercado, un muchacho se percató de que en ellos se imprime el nombre de la cajera, de modo que decidió despedirse de ella por su nombre). En respuesta, varias cajeras que accedían a la página declararon haberse sentido profundamente emocionadas al ser llamadas por su nombre, hasta que comenzó a resultar fastidioso y una de ellas llegó a quejarse en la misma página de tener que actuar sorprendida cada vez que un cliente se despedía por su nombre de pila.
            Como otros foros españoles, ADV, TQD, CC, CR, etcétera, representaron una fuente de información constante y directa durante el 15 M, no solo de las condiciones de los activistas durante las acampadas y los desalojos, sino también de la situación de los habitantes de Madrid y otras ciudades tomadas y de las dificultades que imponía la toma de plazas a los pequeños comerciantes afectados por los plantones. Desde luego, a cada anécdota, interrogación o viñeta seguía una ola de comentarios que generaban amplias discusiones en las que era posible leer no solo a los indignados sino, más importante, conocer las diferentes opiniones de quienes rechazaban el movimiento.  
            La cadena iniciada con ADV se ha convertido en un verdadero espacio de participación ciudadana en la medida en la que promueve la discusión pública y en que se abre a la posibilidad de hacer extensas iniciativas individuales que se distinguen de las formas tradicionales de hacer política (hace unos días un usuario declaró que retiraría su dinero de la caja de ahorros para impedir que fuera empleado para financiar la visita de Benedicto XVI a España).   ADV y, sobre todo, TQD fungen también como espacio de denuncia de arbitrariedades y abusos cometidos por  instituciones, grupos comerciales y particulares.
Desde luego, no todo se refiere a la política. Estadísticamente, muy pocos de los posts publicados se refieren abiertamente a los problemas que en la actualidad afectan a la sociedad española (el desempleo, la corrupción, la violencia de Estado, el panorama electoral, la falta de oportunidades para los jóvenes, las jubilaciones). Muchos de los problemas que aquejan a los usuarios son culturales y provienen tanto de la tradición (el acusado machismo que hoy día aún afecta a España) como de las modas contemporáneas (la estigmatización de la obesidad o la depilación, por ejemplo). Sin embargo, el hecho de que contrariedades aparentemente banales (pero que inciden a veces gravemente sobre la vida de los usuarios) puedan abordarse y discutirse —sin ser desechados de inmediato por considerarse como superficiales—, no resta sino que añade valor a este conjunto de páginas.  Los espacios y los modos de resistencia se multiplican, a veces encubiertos por la banalidad. De hecho, es la aparente banalidad de la plataforma la que da valor a mucha de la gente que lo usa para manifestarse.
            Las grandes movilizaciones sociales que hacen época hoy se alimentan del descontento que lentamente germina en estos lugares, donde se combate el opresor silencio que imponen el status quo y las jerarquíaas sociales. Cada post y cada viñeta nos remiten a preocupaciones reales de individuos prácticamente anónimos con los que es muy fácil identificarse porque esas vidas anodinas, con sus problemas mezquinos y sus represiones cotidianas, son un poco la vida de todos los que hemos crecido en un mundo donde la vida tiene cada vez más de general y compartido y menos de particular y auténtico.  Este hecho (visto sin nostalgia ni resentimiento) facilita que se produzcan reacciones empáticas y solidarias y que se ensayen soluciones a pequeña escala. Tal vez los comentarios que se pueden encontrar en esta clase de sitios carezcan de profundidad en el análisis crítico y adolezcan de ligereza, pero contribuyen a generar comunidad y a evidenciar que sea cual sea el problema hay miles que lo comparten. Y, desde luego, cabe la posibilidad de que, entre tantos miles, quizá a alguno se le ocurra algún día una solución qué experimentar.
III. Adopta una lengua
            Pensamos en la política de las movilizaciones de masas, en la política de las decisiones más o menos unilaterales que descienden sobre las sociedades desde las cúpulas de poder, pensamos en la política de los escándalos y la controversia. Olvidamos con frecuencia —porque no se puede pensar en todo— todos aquellos territorios que atraviesa la política para alcanzar sus objetivos.  Olvidamos la represión de la carne y la educación de la mirada, la resignificación de las palabras y el ensordecimiento de nuestros oídos. Olvidamos que hay políticas de todo y para todo y que las palabras con las que hablamos también se encuentran atravesadas por la política. Y también las lenguas de las que provienen nuestras palabras, algunas protegidas por políticas lingüísticas y otras, la mayoría,  olvidadas completamente por ellas.
            A principios de año murió, en Port Blair (India), Boa Sr y con ella la lengua Bo, una de las más antiguas del mundo. En México, el ayapaneco, hablado ya solo por dos ancianos que no se dirigen la palabra desde hace años,  está a punto de desaparecer. El busuu, lengua hablada en Camerún, cuenta solo con ocho hablantes. A lo largo del próximo siglo, cerca de 3800 lenguas (más del 50% de las que se hablan actualmente) van a desaparecer, según asegura  el violoncelista y lingüista aficionado Carlos Prieto. Cada lengua que se pierde equivale a la extinción de toda una especie.
            Muchos países, entre ellos México, emplean políticas sociales y de conservación de sus lenguas minoritarias que incluyen la educación bilingüe y la producción y difusión de productos culturales, escritos u orales, que, en teoría, deben servir a la preservación de tales lenguas. Muchos no. Algunos, como Bolivia, elevan algunas de sus lenguas indígenas a la categoría de lenguas oficiales. Muchos no.  En el mundo de la filantropía existen inciativas para todo:  con Nido proteges las selvas tropicales; adopta un niño somalí y patrocina su educación por solo un dólar al mes; combate la desnutrición infantil con Un kilo de ayuda; adopta a Lola, el potamoquero rojo del  Durrell Wildlife Conservation Trust; ayuda a proteger el Bosque de Chapultepec… ¿Adopta una lengua? ¿Por qué no?
Cuando yo me preguntaba qué clase de iniciativa individual podría contribuir a la preservación de las lenguas minoritarias actualmente existentes en el mundo, por medio de las redes sociales y sin que fuera imprescindible un dominio altamente especializado del tema, vino a mi rescate una antigua compañera de Letras Clásicas, lingüista por vocación y amante del romance. Hagamos un blog, sugirió. Y aunque aún no existe, Adopta una lengua, un blog que procurará complementarse con un perfil en Facebook y tal vez  en Tumblr, es un proyecto que pretende unirse a la labor de empresas como busuu.com y indigenoustweets.com.
Idealmente,  Adopta una lengua debería promover realmente la adopción de una lengua minoritaria y convertir a los contribuyentes en defensores de esta, ser capaz de recibir donativos que se invirtieran en la creación de escuelas comunitarias donde los hablantes nativos pudiesen alfabetizarse en su lengua, así como producir y distribuir bienes culturales que promovieran tanto las lenguas como las culturas de las que provienen. En el mundo real,   una iniciativa así requeriría la concurrencia de múltiples esfuerzos, de relaciones públicas, de sortear burocracias, de crear infraestructura, de lidiar con leyes locales e internacionales… Adopta una lengua comenzará entonces como un esfuerzo mucho más humilde y con objetivos asequibles: fungir como un espacio informativo en el que se dé cuenta, de manera desenfadada, de la historia y situación actual de las lenguas minoritarias del mundo, enlazar a vínculos donde se pueda conocer más sobre las lenguas en peligro de extinción y las culturas de las que provienen, así como ofrecer enlaces a artículos y herramientas lingüísticas útiles para el estudio estas.
Gracias a la colaboración de algunos amigos y conocidos bilingües y políglotas, las entradas en el blog podrán redactarse en dos o más lenguas, lo que permitirá ampliar el universo de lectores. Y ya que uno de los problemas que acosan a las lenguas minoritarias es la falta de espacios para la producción de conocimiento (uno de los factores fundamentales para la pervivencia de un idioma o dialecto), Adopta una lengua podría servir a largo plazo como un espacio en el que hablantes nativos puedan escribir sobre su lengua en su propia lengua. 
Adopta una lengua es una aventura que está aún por comenzar y que, con el tiempo, podrá tomar rumbos muy distintos a los que ahora prefiguro. Si ustedes se preguntan porqué les cuento todo esto, la respuesta está en la pregunta de la que surge este texto y que se ha mantenido hasta ahora tácita. ¿Qué espero yo de las redes sociales? No gran cosa, tan solo que nos ayuden a no empeorar el mundo.

Colaboración de la Mtra. Nancy Cruz Fuentes

 Nancy Cruz Fuentes es community manager, profesional de las prácticas institucionales en las redes sociales. Actualmente maneja entre otras cuentas, Canal 11 XEIPNTV .


Hoy, hace 8 miércoles, comenzamos un taller llamado Redes sociales en Internet: Nuevas relaciones con  lo político, en el que imaginé me enfrentaría a cuestiones muy puntuales respecto a contenidos, leyes, fórmulas y para ser totalmente honesta, no sabía muy bien cómo podría aplicar dichos conocimientos.

Conforme el taller fue transcurriendo nos sumergimos en conceptos  como los del alemán  Walter Benjamin, que me ayudaron a reflexionar sobre la relación que establece la tradición y la actualidad.

Para la segunda o tercera sesión, yo, como algunos de los compañeros nos encontrábamos ávidos de fórmulas, métricas y verdades. Sin darnos cuenta que la pulpa del curso, se encontraba en el texto: Modernidad liquida de Zygmunt Bauman, donde la metáfora de la liquidez explica nuestro sentir, nuestra actualidad, nuestras ganas de apoderar conocimiento para ser dueños de algo, aunque ese “algo” sea intangible.

Cierto, nos convertimos en narcisistas de información, de manera que como nodos, disparamos ideas sin plantear una propuesta formal. Por ello, aprendamos a enfrentar esta crisis de los medios sociales, (crisis en el sentido de cambio) y  utilicemos este taller como plataforma para reescribir los discursos. Intentemos olvidar los estereotipos que  agudizan la baja auto estima nacional, utilicemos las redes sociales para iniciar el diálogo.

Utilicemos el concepto de equidad de Alain Touraine, hagamos una sociedad red, como la cita Manuel Castelles y recordemos que  la información, trivial o no, lleva a cabo las ideas. Las ideas no son sólo juguetes para intelectuales. Tienen efectos prácticos.

El Poder de las redes sociales reflejan hoy el poder que estamos adquiriendo las personas y su impacto en las diferentes áreas del quehacer humano. Ayudemos a los ciudadanos para que no solo vean actos patéticos, sino que además, las redes sociales sirvan como instrumento y soporte. Mantengamos nuestro cerebro en “on” para que la tolerancia y discursos propositivos no se quede en las vitrinas de este hermoso museo.
Gracias y fue un placer conocerlos, Nancy.

Reflexiones

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PRIMAVERA ÁRABE: DOS CASOS

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